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viernes, 23 de noviembre de 2018

Coulée Verte René-Dumont

Su antiguo nombre fue Promenade Plantée (Paseo Plantado). Se trata de un paseo que transcurre en el distrito XII de París. El punto de partida se encuentra al lado de la Ópera Bastilla y termina en la periferia, pasando a la altura de la puerta de Montempoivre. Tiene un recorrido de unos 5 km, donde una parte del trazado está a una altura de 10 m. Es ideal para pasear, practicar deporte y ver la ciudad desde un punto más elevado.

Esta iglesia nos saldrá al paso nada más llegar al primer antiguo puente ferroviario. Fue levantada en 1902 para reemplazar la capilla del hospicio de los Quinze-Vingts, creado en 1259 por Luis IX para acoger a trescientos ciegos (15 veces 20). De ahí el nombre
Coulée Verte René-Dumont
El trazado de este jardín en línea se extiende sobre una vía de ferrocarril, la antigua línea de Vincennes, que unió desde 1859 hasta 1969 la Estación de Bastilla –entonces ubicada en el espacio que ahora ocupa la Ópera Bastilla−con el pueblo de Verneuil-l'Étang, pasando por Vincennes. La línea cubría algo más de 66 km, y el tramo de París intramuros fue el último en cerrarse y el que quedó abandonado. Su rehabilitación lo ha convertido en un atractivo paseo dentro de la ciudad.

Un jardín elevado que deja entrever las fachadas de los edificios
Coulée Verte René-Dumont
El inicio del paseo comienza sobre el Viaducto de las Artes, que va paralelo a la avenida Daumesnil. Se construyó en ladrillo rosa y piedra, formando arcos en toda su extensión. Tras un largo periodo de abandono, en 1990, el ayuntamiento de París decidió poner en marcha la rehabilitación del viaducto. El trabajo fue adjudicado, mediante concurso, al arquitecto Patrick Berger. Su trabajo consistió en renovar cada uno de los arcos, cerrarlos con enormes cristaleras enmarcadas de madera y convertirlos en grandes escaparates. 


Viaducto de las Artes. El paseo va por encima del viaducto
Coulée Verte Renée-Dumont
Estuvo terminado en 1994. Su nombre hace alusión a lo que representa: espacios dedicados al arte y a sus creadores. Descubriremos más de 50 artesanos con sus creaciones originales, como trabajan en ellas y luego las exhiben en estos escaparates. Todo esto acompañado de cafés y restaurantes integrados en el entorno, donde podremos hacer una pausa.
Y tras saber lo que hay bajo el suelo que pisamos cuando caminamos por este espacio verde, continuamos el paseo.

Coulée Verte, a la altura del Boulevard Diderot
Coulée Verte René Dumont

Entre los edificios destaca la torre con el reloj de la Gare de Lyon

Coulée Verte René Dumont

Este paseo permite descubrir algunas fachadas de edificios que a ras de suelo no se aprecian normalmente

Coulée Verte René-Dumont
Las obras de las zonas verdes del paseo comenzaron en 1988. El paisajista Jacque Vergely y el arquitecto Philippe Mathieux fueron los encargados de diseñarlo. La inauguración tuvo lugar en 1993.


Jardines en la Coulée Verte René-Dumont

Coulée Verte Renée-Dumont
El recorrido del Viaducto de las Artes termina a la altura del número 80 de la Avenida Daumesnil y justo enfrente está el edificio de la Comisaria Central de Policía del distrito XII. Es un edificio que llama bastante la atención, no por la fachada, sino por las esculturas que adornan las dos últimas plantas.

Edificio de la Comisaría Central de Policía del distrito XII

Coulée Verte René-Dumont
El paseo elevado termina al llegar al Jardín de Reuilly. Una pasarela también elevada cruza el jardín y nos lleva a nivel del suelo para integrarse en la Avenida Vivaldi. A partir de aquí el resto del recorrido transcurre a ras de suelo.


Pasarela que cruza el Jardín de Reuilly

Coulée Verte René-Dumont
El tramo final del recorrido, retoma la antigua línea ferroviaria de Vincennes. Aquí se han mantenido dos túneles de la antigua vía.

Uno de los antiguos túneles de la vía férrea
Coulée Verte René-Dumont

Otra imagen del túnel

Coulée Verte René-Dumont

jueves, 6 de septiembre de 2018

CEMENTERIO DE MONTMARTRE

«Un viaducto parecido al nuestro de la calle Segovia cruza la calle de Caulaincourt, esta calle tan populosa y de magníficos edificios; el que va por este viaducto va viendo por su entrecruzado de hierro las sepulturas y panteones. A la entrada de la rue Caulaincourt, por encima del viaducto de hierro, pasan los autobuses: la vida arriba y abajo la muerte»
Cita de José Gutiérrez Solana, de su libro «París»



Abajo, el cementerio. Arriba el viaducto que lo cruza
Cementerio de Montmartre

En París, los cementerios no solo son el lugar de descanso eterno para los que ya han dejado este mundo, también se han convertido en un remanso de paz para los que continuamos aquí. En los más conocidos, y otros no tanto, los muertos están acompañados durante todo el día, pues son un punto turístico más de la ciudad. Y eso no es malo. Están construidos de forma que se hace agradable caminar por sus calles, sombreadas por grandes árboles que invitan al descanso. Son museos al aire libre porque muchas de las tumbas y panteones son verdaderas obras de arte dignas de admirar. Allí veremos a los que van a visitar a su difunto, y a los turistas que se sienten atraídos por el lugar y por las tumbas de los personajes famosos. Y si miramos por encima de sus muros, veremos los edificios que lo rodean, y a los inquilinos que viven en ellos mirando desde los balcones, con normalidad,  las tumbas de sus seres queridos o las de sus vecinos allí enterrados. 

El viaducto Caulaincourt es un puente metálico que pasa por encima del cementerio. Fue construido en 1884, a pesar de las muchas polémicas que hubo con relación a su construcción
Cementerio de Montmartre

Estos cementerios de París, que ahora quedan intramuros, en el siglo XIX fueron construidos fuera del recinto de la ciudad y el crecimiento de esta, los ha devuelto de nuevo al interior. Y es de imaginar que perdurarán dado el interés que ha ido suscitando, sobre todo en los turistas.
El cementerio del Norte, más conocido como cementerio de Montmartre, fue inaugurado el 1 de enero de 1825
Cementerio de Montmartre

Este cementerio se construyó en el emplazamiento de las antiguas canteras de Montmartre, famosas por la buena calidad del yeso que de allí se extraía, y del que se hizo buen uso en la construción de la ciudad. Ocupa un espacio de unas 11 hectáreas, siendo el tercer cementerio más grande de París después del Père-Lachaise y el de Montparnasse. Se inauguró el 1 de enero de 1825 y se le conocía como el Cementerio de las Grandes Canteras. Esta cantera ya fue utilizada como fosa común durante la Revolución Francesa.
Tumba de Francis López. Fue un compositor francés nacido en Montbéliard, el 15 de junio de 1916, y muerto en París el 5 de enero de 1995. Autor de operetas de éxito como La bella de Cádiz, Andalucía, Mediterráneo, El cantor de México o El vagabundo gitano. Cantantes como Luis Mariano, Tino Rossi, Georges Guétary, Maurice Chevalier, Josephine Baker, Annie Cordy y Line Renaud consiguieron grandes éxitos en Francia con la interpretación de sus composiciones.

Cementerio de Montmartre
El acceso a la necrópolis está en la avenue Rachel, que comienza en el boulevard de Clichy y termina en el cementerio. Fue creada en el mismo año que se inauguró el cementerio, aunque no tomó este nombre hasta 1899. 

Entrada al cementerio de Montmartre en 1825


Es cierto que de no ser por el barón Haussmann y su obsesión por las líneas rectas, París no sería tal como la conocemos hoy; es por eso que debemos alegrarnos de que esto ocurriera. Pero también es verdad que no dudó en destruir numerosos edificios de importante valor patrimonial para llevar a cabo su proyecto. La creación de la rue Caulincourt y el viaducto con el mismo nombre “fue concebida por el prefecto del Sena, el barón Georges Eugène Haussmann” con el fin de ofrecer una ruta más sencilla para salir de Montmartre por el lado oeste de la colina.  





Desde la rue Caulincourt y antes de cruzar de viaducto dirección Montmartre, estas escaleras llevan hasta la entrada del cementerio en la avenue Rachel

Cementerio de Montmartre

La rue Caulincourt se abrió en 1867, y dos años más tarde se bautizó con su nombre actual. Para dar continuidad a la calle fue necesario la construcción del viaducto de Caulincourt. La creación del puente implicó cierta remodelación en el cementerio: Las sepulturas que ocupaban el espacio donde debían ir los pilares del viaducto tuvieron que cambiar de ubicación, y la misma suerte corrieron las que estaban en la esquina sur del cementerio, gastos que fueron sufragados por la ville de París.   

Así se pueden ver hoy algunos panteones del cementerio de Montmartre, al resguardo del puente
Cementerio de Montmartre
Pero no todos estaban de acuerdo con el traslado de las tumbas, como fue el caso de los descendientes del almirante Charles Baudin.   Estos, además de rechazar el cambio de la tumba de su padre, demandaban la anulación del decreto que autorizaba la ejecución del proyecto. Para ellos, el proyecto del barón Haussmann no solo distorsionaba el aspecto del cementerio, también consideraban una profanación el desplazamiento de las sepulturas y planteaban la posibilidad de construir la calle de manera que no tocara el cementerio.


El paso del tiempo deja su huella en las sepulturas. Estas, probablemente tienen concesión a perpetuidad y son tan antiguas que los descendientes, si los hay, parecen haberlas olvidado

Cementerio de Montmartre
Entre el 1 y 2 de mayo de 1861, en el Senado se debatió el proyecto del barón Hausmann y la petición hecha por los descendientes del difunto almirante. Tras el debate, la asamblea rechazó el proyecto del puente por una mayoria que dijo "no" (50 votos contra 38). Algunos años más tarde, en 1867, la construcción de la rue Caulincourt fue declarada de utilidad pública y el viaducto finalmente fue construido.


Las tumbas de Montmartre bajo techo
Cementerio de Montmartre
En 2012, la Ville de París se comprometió a llevar a cabo un estudio para conservar el aspecto paisajístico del cementerio y su patrimonio, como ya se hizo con el cementerio Père-Lachaise. El 20 de diciembre de 2013, se aprobó una primera inscripción como monumento histórico.

Un museo al aire libre
Cementerio de Montmartre
Entre las sepulturas de personas ilustres se encuentra, por citar alguna, la tumba de Émile Édouard Charles Antoine Zola, más conocido como Émile Zola (París 1840-1902). Fue un escritor francés considerado el padre y representante del naturalismo.
Tumba de Émile Zola
Cementerio de Montmartre
Pero la tumba más visitada es la de Dalida (El Cairo 1933-París 1987) y siempre está llena de flores. Fue una cantante y actriz francesa que nació en Egipto. Fue la primera mujer en recibir un disco de diamante como reconocimiento a la cantidad de copias vendidas (140 millones en todo el mundo) Tras varios dramas personales, se suicidó en 1987.

Tumba de Dalida. La escultura tiene la estatura real de la cantante
Cementerio de Montmartre
No es un cementerio común cuando paseamos por sus calles bordeadas de árboles, que le dan un aspecto romántico. Si contemplamos las obras de arte que adornan algunas tumbas, podríamos pensar que estamos en un museo, pues en ellas trabajaron artistas como Rodin, y en las sepulturas quedaron los restos de personalidades tan conocidas como Alejandro Dumas o Berlioz.
Desde el viaducto de Caulincourt
Cementerio de Montmartre
Sea cual sea su motivo por el que viajan a París, si el tiempo se lo permite, no duden en visitar alguno de sus cementerios más célebres. No saldrán defraudados tras la visita.